Saturday, March 8, 2025

¡Prométemelo!

 ¿Volverás a tomar mi mano igual a como lo hiciste en aquel día de enero, con tu mano temblorosa, indefensa, llena de fe y amor?

¿Volverás a a decir "sí" cuando las cosas se tornen difíciles y parezca que no hay salida aparente?

¿Volverás a abrazarme y darme tu apoyo incondicional?

¿Volverás a ofrecerme esa sonrisa tímida e inocente?

¿Volverás a quedarte a mi lado cuando mi mundo se derrumbe y no entienda qué es lo que está pasando?

¿Te quedarías a mi lado, sin decir nada, solo tomando mi mano, dejando suave y amorosamente tu cabeza en mi hombro en señal de apoyo cuando mis ojos ya no puedan sostener la mirada y lo más alto que los pueda alzar sea solo hacia el pie de nuestro escritorio?

¿Puedes ofrecerme de nuevo tu regazo para poder apoyar mi cabeza atormentada y que, con tus tiernas manos, me acaricies el pelo mientras lloro e intento buscar una salida?

¿Intentarás decirme que "todo estará bien" mientras dejas caer lágrimas de tus mejillas porque te apena no poder hacer nada para calmar mi dolor?

¿Puedes, por favor, pedirme que no me mueva de tu lado, que mantenga mi cabeza recostada en tus piernas, que quieres seguir acariciando mi cabello, que no me preocupe, que las cosas mejorarán y que todo, finalmente, estará bien porque tú estarás siempre a mi lado, no importa lo que suceda? 

¿Puedes prometerme que, no importa cuán vulnerable y débil me sienta, jamás dejarás de estar aquí, al lado mío, siendo mi apoyo, mi amiga, mi consuelo y mi vida entera?

Toma mi vida entera, toma mi rostro con tus manos y mírame fijamente; toma mis brazos caídos y pídeme que te rodee con ellos para poder estar abrazados durante horas y horas, no importa que el silencio reine, solo prométeme que estarás ahí. Dime que no hicimos una promesa en vano.

Mi amor, mi alma se apaga y mis energías se consumen. Por favor, no te muevas. Por favor, mírame directamente a los ojos, sin desviar por un segundo la mirada y, con toda tu ternura característica, dime que todo va a estar bien. Por favor, prométeme que todo va a estar bien. Confírmame, con un beso de amor puro, que todo estará bien. Hazme creer, con esas caricias que haces en mi mano, que todo estará bien. Abrázame con todas tus fuerzas para que no me quede ni la más mínima duda de que todo estará bien. Acaricia mi cabello, mientras me abrazas y dime que todo esto pasará y que todo estará bien. Pídeme que me recueste en nuestra cama, ponte a mi lado, mírame fijamente, abrázame y dime, sin meditarlo, sin una mínima pizca de duda, que todo esto es pasajero, que este dolor es solo temporal, que será por un breve momento, que no te moverás de dónde estás, que no soltarás mi mano y que me dirás y harás que todo esté bien. Entre laza tus dedos con los míos, junta tus pies con los míos, aférrame a ti como si el tiempo no importara; seca tus lágrimas y luego las mías, integra mi pecho al tuyo; enséñame el futuro que sólo tú logras comprender, muéstrame lo hermoso que es este paraíso; besa mi frente con delicadeza mientras tus lágrimas corren por tus lubios, prometiéndome, con todas tus fuerzas, con todo tu amor, con toda tu cordura, con toda tu sinceridad, con toda tu fe e ilusión, que todo lo que estoy viviendo en este momento no es más un mal sueño, que estuviste a mi lado todo este tiempo, mirándome dormir, aun cuando mis gemidos de dolor y pena atormentaban tu alma; prométeme, como si fuera tu último esfuerzo y aliento de vida que ya desperté y que todo estará perfectamente bien y que seguiremos siempre juntos. 

Por favor... por favor...

Sunday, March 2, 2025

Si tan solo...

     Durante estos últimos días mi mente se ha logrado tranquilizar. Ha dejado de torturarme; de crear  escenarios y de hacerme creer que son posibles, aún conociendo tu naturaleza.

     Siempre pensé que el saber estar solo era una gran ventaja que tenía, pero hoy me doy cuenta que es lo más peligroso que estoy enfrentando. Hoy comenté que me sentía cada vez más desnudo. Es cierto que no son mis cosas las que se están yendo, pero durante años fueron parte de mi y hoy me son "arrebatadas". Siento que un pedazo de mi corazón se va con ellos, por muy insignificante que sea. Desde que llegó supe que ese "algo" estaba ahí y, aunque lo pude haber ignorado con el tiempo, el verlo irse se me hace muy difícil, pensando en la situación que se vive.

     Ya ha pasado más de un mes desde que esa última maleta se alejó de mi pórtico para no volver a ingresar. He tenido altos y bajos durante todo este tiempo. Debo confesar que, en mi momento más bajo mis acciones no fueron para nada envidiables ni correctas y me duele saber que ocurrieron. Son de esas situaciones en las que desearía poder retroceder en el tiempo, calmar mi mente y no cometer esos errores. Ese momento me marcó tanto, que me prometí a mi mismo jamás volver a realizar tales acciones. Creo que, aunque me lograras perdonar y algunas cosas pudieran mejorar, esta espina seguiría clavada con fuerza dentro de mi corazón por un buen tiempo. Espero tener la fuerza, el amor y la delicadeza de poder permitir que esa espina salga, luego de haberme convertido en alguien mejor de lo que era en ese momento. Aunque, a veces pienso que no debe salir y que debe convertirse en ese recordatorio doloroso y constante de que hay cosas que no puedo olvidar. Deseo con toda la fuerza y amor que hay en mi corazón, que puedas creer mis palabras y puedas ayudarme a sanar esta herida. 

     Ayer, durante la celebración del cumpleaños de nuestra pequeña, te buscaba solamente para lograr tener algo de tu atención, deseaba tener tan solo dos minutos para mirarte a los ojos y que pudieras ver mi corazón a través de ellos, pero todo fue casi como en la conferencia a la que fuimos, hace más de 10 años: evasión. Me sentí vulnerable; me sentía sin fuerzas y lleno de incertidumbre. Mis miedos más profundos salieron a flote y se me hizo difícil poder dominarlos en medio de esta celebración. A ratos me alejaba de todo y de todos para aislar mis pensamientos y decirles que se marcharan, que no me pertenecen y que no hay espacio para ellos aquí. En esos solitarios momentos, solo anhelaba que pudieras pasar por esa puerta abierta, que dijeras que me estabas buscando y que, al verme, te acercaras para darme un abrazo de consuelo, tal como lo has hecho otras veces, pero ese escenario solo se dibujó en mi imaginación. No quería que vieran mi estado, menos nuestra chiquitita. Después de un par de horas, mi mente meditó en estas cosas y logré apartar algunos de estos pensamientos. A ratos te miraba y veía a otra persona, no eras la misma a quien veía por aquellos días, pero anhelaba poder verla a través de tus ojos. Sé que sigues ahí. Has cambiado, pero eso no te hace peor de aquella versión tuya. Oh, si tan solo pudieras ver en mi interior, si tan solo algo de lo que vieras allí lograra estremecer tu corazón y vieras que no miento cuando te digo que intento ser diferente, pero mejorado. 

     Meditando en mis pensamientos, me di cuenta de que mis miedos no eran solo eso, sino que eran una incertidumbre al no saber en qué tiempo se harían realidad. Mi pecho intenta resistir este dolor pero, aunque te mienta diciendo que estoy mejor e intente creerlo yo mismo durante varios días dándole Frente, en realidad sigo siendo ese mismo niño, que durante mucho tiempo estuvo sentado en aquel rincón, siendo invisible para todos, creyendo que nadie vendría a mi rescate y demostrarme que habían cosas buenas; que si hay personas que se preocupan y que podría ser amado de una forma tan pura como lo fui por estos 10 años. Hoy, miro a mi alrededor y veo como pasa la gente. Veo a viejos amigos que se saludan entre sí, pero pareciera que no soy lo suficiente como para que volteen la mirada y me noten. Veo a mis seres queridos que toman caminos paralelos al mío, pero no hay desvíos hacia mi morada. Entre toda esa gente, logro divisarte. Ahí estás, con tu polera rayada de franjas blancas y celestes, con tu pelo tomado; llevando lentes y tu teléfono en mano jugando "CodyCross". Te veo con tus zapatillas negras, con esa hermosa sonrisa que nunca dejó de iluminarme y un enorme corazón lleno de esperanzas, de sentimientos puros e inocentes. A ratos, volteas y me saludas, pero ese abrazo nunca llega. Si tan solo vieras lo que veo; si tan solo sintieras lo que siento. Si tan solo pudieras mirarme fijamente por unos minutos y pudieras darme la paz que necesito en estos momentos. Si tan solo pudieras voltear, verme, venir y decirme que no soy invisible, que sí me ves y que sí estás ahí. Si tan solo hubiera hablado y me hubiera movido ese día. Si tan solo en ese día hubiera hablado... si tan solo en ese día hubiera hablado... si tan solo en ese día hubiera hablado...

     Hoy, a diferencia de muchos días, la soledad ya no es una fortaleza. Mis acompañantes actuales no se los doy a nadie; duelen y hacen daño. Siento que mejoro, pero mi corazón anestesiado me sigue diciendo que está lleno y que no ha menguado. Cada noche, al irme a dormir, mis manos se acercan a tu almohada, pero aún no logro engañarlos para que la paz llegue a ellos. Después de tantos días, ni siquiera logro poder recostarme en tu lado. Creo que quiero dejarlo intacto, pensando en que, en algún momento, entraras por la puerta, te sacarás las zapatillas y te recostarás ahí, al lado mío. Qué ingenuo soy... aún así, seguirá aguardando tu llegada.

     Hoy vivo mi mayor miedo. Hoy vivo mi mayor dolor. No lo deseo.. no lo aguanto.      

Thursday, February 27, 2025

Meditaciones de un padre

     He estado pensando hace tiempo qué decirte en este día. Sé que no leerás esto a menos que alguien lo haga pero, aunque tome un tiempo, estará aquí como registro.

     Siempre me hice a la idea de tenerte. A menudo meditaba en ese complejo y noble pensamiento y resulta que sólo estaba pensando en ti, solo que aún no había rostro visible. 

     El día en que te dejaron visitarnos no tuve la oportunidad de verte. Aun no entiendo el motivo. Quizá no era necesario; quizá no era el momento; quizá todo iba a ser diferente para mí o quizá no; quizá sólo lo necesitaba tu linda madre, no lo sé. Posiblemente jamás lo pueda comprender. Pero de que cambió la vida de tu madre y la mía, las cambió.

     La ansiedad de hacer realidad esta idea consumía mis pensamientos continuamente. Desde el momento en que te sentí en la pancita de tu mamá mi corazón aprendió lo que es latir; mi mente aprendió lo que significa preocuparse y mis prioridades cambiaron.

     Hija mía, ya han pasado unos días y no puedo evitar sentir un hermoso y fuerte palpitar en mi corazón al sostener tu pequeña y delicada cabecita entre mis nerviosas manos. Mi sueño se ha cumplido y es completa y hermosamente tangible. Eres todo lo que jamás pude haber pedido y mucho más. No existen palabras que puedan expresar todo el amor que mi corazón siente por ti. 

     En una oportunidad, mi hermano sabiamente me dijo algo que siempre creí, pero nunca había verbalizado de una forma tan simple: "A medida que vaya creciendo te irás emocionando y apreciando por cada pequeño logro. Es hermoso." Jamás dudé de sus proféticas palabras y hoy atesoro cada mínimo progreso como si fuera la hazaña más importante jamás lograda.

     Adoro verte crecer y ser partícipe de esos invaluables instantes pero, también me causan temor. Me siento vulnerable y débil: ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Seré capaz de hacerlo mejor? ¿Podré ayudarte cuando dejes de ser una niña pequeña? Espero estar siempre a tu lado para cuando deba responder estas interrogantes y estar a la altura de las circunstancias.

     Amo ver cómo aprendes cosas nuevas cada día, como te ríes; cómo comprendes las cosas simples de la vida y las disfrutas; cómo me enseñas a ser una mejor persona, aunque a veces, sin darte cuenta, escojas la manera más difícil que puedas encontrar. Pese a todo, a veces llega el inevitable e intrusivo pensamiento de que, en algún momento, yo no estaré para ti o estaré donde no me podrás seguir y eso me atormenta. 

     Hoy, pese a que han pasado años desde que empecé a escribir estas palabras, te encuentras en la edad en la que sigues siendo una niña lo suficientemente pequeña como para tomarte de la mano para cruzar la calle y, a su vez, tienes la edad suficiente para tener gustos propios, de querer algo y luchar por ello. 

     Al momento de continuar este mensaje, habiendo pasado ya varios años, te hallabas delicada de salud y, pese a tener el sentimiento de que te mejorarías y de que todo saldría bien, verte tan indefensa me hizo temblar y que mis entrañas se conmovieran amargamente al pensar en tu salud. Mi mente me decía en ocasiones: "Ve a dormir, ella va a estar bien", pero mi corazón, que no entiende de razones, le respondía: "DESPIERTA! Ve si tiene fiebre, si necesita ir al baño o si tiene frío". Es difícil aceptar que creces a cada minuto pero es inevitable verte aun como una niña pequeña... mi pequeña. 

     Cuando las ganas de levantarme para salir a trabajar parecen no haberse cargado durante la noche, te miro ahí, durmiendo plácida y hermosamente al lado de tu mami y recuerdo que todo lo que hago es para poder verte crecer, y feliz; darte siempre lo mejor y esperando que jamás te falte nada y eso me da el ánimo y las fuerzas que necesito.

     Mi pequeña, pese a que hay momentos de difícil aprendizaje, no los cambiaría por nada. Este camino no es fácil, pero siempre opté por tomarlo y maravillarme con todos los logros que me daban estos diminutos pasos. Hoy lo sé y tengo la certeza de haber tomado la mejor de las decisiones. Soy feliz al saber que estás en mi vida y que lo serás por siempre. Eres una niña especial y jamás cambiará. 

     Hijita, te prometo que no habrá día en el que no me esfuerce por el ser el padre amoroso y preocupado que necesitas. Te prometo que, nada de lo que hagas en esta vida me hará sentir menos orgulloso de quien eres y espero que, al igual que yo, puedas ver y decidas desarrollar todo ese enorme potencial que te fue concedido antes de nacer. 

     Amor mío, nadie jamás podrá quitarme ese ansiado y sagrado título que me diste al momento de nacer. 

     Por esto y por todo lo que viene en camino, felices 6 añitos, mi amada princesa.

Thursday, July 6, 2023

Vela silenciosa

Fuiste entregada y el momento de cumplir tu último deseo llegó. Nos reunimos como familia y partimos a tu nuevo y eterno lugar de descanso.

Pensé que algunas emociones y sentimientos se habían calmado, pero fue solo una impresión. El saber que debía reabrir esa ya vieja herida me hizo revivir momentos que no quería. Ese peso, aunque más ligero, apareció con un nuevo rostro.

Nuevamente, el silencio se apoderó de mis labios y la frialdad de mis ojos. Nada salió de ellos, aunque por dentro yacía un inmenso y poco apacible mar. 

Ese jardín descuidado me llevó a muchos lugares, pero no logró encontrarme contigo. Las flores mostraban su agradecimiento al sol por mirarlas, pero no eran para ti. Tu nueva morada se preparaba para ser completada con tu presencia y nunca más ser abierta hasta el día en que seas llamada y tu mano tomada para ser alzarte y ver, con nuevos ojos, el azul del cielo. 

Mi mente divagaba y las hojas caídas me remontaban a épocas pasadas, donde mi mayor preocupación era dónde se podría hallar mi juguete preferido. Mi mente me llevó a recordar viajes, paseos y lugares que una vez visitamos juntos. Mi interior sufría en silencio la inexorable angustia del vacío mortal, mientras que mis expresiones externas intentaban reflejar una inigualable paz para no llamar la atención de la gente a mi alrededor. 

Mas adelante, la irónica celebración estaba a las puertas. La torta estaba lista, más la protagonista se hallaba ausente. La vela fue seleccionada y puesta con la más minuciosa caricia posible. La conmemoración era sagrada. 

La única vela fue encendida para, silenciosamente, meditar y recordarte. Agachamos nuestras cabezas por unos segundos dubitativos y, luego de mirarnos todos, se apagó la vela. 

Ese breve silencio marcó un instante en todo este proceso. Creí haber leído este capítulo y haber pasado a la hoja siguiente, pero creo que aún no he podido dejar de leer las últimas líneas. Tan sólo son unas pocas palabras más, pero no se logran distinguir esas borrosas letras. 

Sigues en mi mente. Espero poder recordarte con la misma paz que logré disimular aquel día.


Feliz cumpleaños. A menudo te recuerdo y te extraño.  

Tuesday, June 13, 2023

La que tiene sabiduría

¡Ay abuelita! Los años pasaron y tu esencia se fue desvaneciendo. Nunca me desconociste, pero pude notar algunas miradas perdidas en el horizonte de tu vida. Tu cuerpo estaba con nosotros, pero tu mente ya divagaba en la eternidad. Quizás pensando en algún hermano o algún amigo a quien no veías hace años... probablemente nunca lo sabré, pero será una de las preguntas que te haré cuando nos volvamos a ver.

¡Ay abuelita! Te veía algunas veces, pero poco a poco ya no eras la misma; te miraba, pero ya no estabas con nosotros. 

Lamento tanto que no supe apreciar esos valiosos últimos segundos a tu lado. 
Cuando empecé mi relación con mi esposa te dije una vez: "Uno de estos días vendré a verte (a tu casa) y te presentaré a mi polola". Tu respuesta fue: "Aún no la traigas, déjame ordenar primero". Lamentablemente, nunca la pude llevar a tu casa, pero aun así lograste conocerla. Siempre quise mostrarle donde almorzaba cuando iba a tu casa de pequeño y las sopas de letras que solías hacer, pero nunca pude hacerlo.

Agradezco enormemente que hayas podido conocer a mi hija y que ella supiera de ti; que tuvieras la intención de compartir y jugar con ella, aun cuando tus manos ya no podían tomar ni un vaso con líquido. Mi hija siempre sabrá de ti y ese conocimiento siempre lo atesoraré.

Camino a la casa de mis padres pasaba frente a tu departamento. Varias veces me planteé pasar a verte, llevar a mi hija y darle la oportunidad de conocer el hogar de su bisabuela; que se divirtiera con las mismas cosas que una vez usé yo, pero nunca me la permití. Hoy lo recuerdo y lo sufro. 

¡Ay abuelita!, ¿qué haré ahora cada vez que pase frente a tu departamento? ¿Qué haré ahora cuando se acerque la fecha de tu cumpleaños y no estés? ¿En quién buscaré refugio cuando tenga un problema? ¿Quién me va a regalonear cuando desee escapar de todo? ¿Cómo se supera esta pérdida? 

Hace unos pocos días supe de ti y de tu caída y no fue hasta ayer, cuando fui a tu viejo hogar para recoger algo de tu ropa cuando supe dónde ocurrió. No lo pude creer. Te imaginé ahí; y no pude contener mi pena al saber que estuviste ahí por tanto tiempo y no pudiste recibir la ayuda apropiada cuando más la necesitabas. 

¡Ay abuelita! No pude abrazarte esa última vez. Sinceramente, no pude. Te vi, pero no lo quería aceptar. Te observaba impávido, sin sacar mis manos de mis bolsillos, intentando hacerme el fuerte, pero no pude. Verte en ese estado me partió el alma. Me dolió enormemente y parecía todo tan irreal. Tus ojitos ya no estaban, se habían cerrado para no volver a abrirse nunca más. Me acerqué a ti, pero me quebré en el instante. Tu cuerpo ya no era el que había visto tiempo atrás. Cuando me armé de valor, tu cabello cano y delgado junto a tu dulce rostro fueron lo último que mis dedos supieron acariciar.

Agradezco enormemente que hayas tenido la fuerza suficiente para darme la oportunidad de acariciarte y despedirte. No sé si nos esperabas con mi hermana, pero estaré eternamente agradecido. Te amo y siempre lo haré. 

Ayer te despedimos con tu familia y cercanos. Muchos nos dieron apoyo y cariño para poder sobrellevar este dolor, pero éste no se supera, solo aprendemos a seguir nuestras vidas sin tu presencia. 

En tu despedida no podías irte de otra forma: maquillada, linda y abrigada.

Abueli, sigo procesando este nuevo escenario. Es mucha información y el tiempo no da a vasto.
Han pasado solo unas pocas horas y el recuerdo duele tanto como en el minuto mismo en el que me enteré de tu deceso. 

Sé que estás en un lugar mejor, sin dolores ni malos ratos. Ya te reencontrarás con tu hermana menor, quien se fue poco antes que tú; podrás conversar con tus demás familiares, amigos y tu amado esposo, quienes te han estado esperando desde hace mucho tiempo. Tus pensamientos y recuerdos se fueron contigo y estoy seguro, tendrás una linda y eterna conversación con todos ellos, contándoles que llegaste a bisabuela y que pudiste ver y jugar con ambas; les dirás sus nombres y especiales que son. Tienes varias historias y tendrás tiempo de sobra para narrar todo con lujo y detalles, y cuando se te acaben, te darás cuenta de que tuviste una bonita vida, una buena hija y nietos y bisnietas que te amaron y siempre lo harán.

Cuando pasen los años (muchos, espero), seguiré tus pasos y nos volveremos a encontrar. Espero poder reconocerte al cruzar aquel puente que nos divide y me puedas recibir con el más cálido de los abrazos, como aquellos que solías darme cuando era pequeño y tu mente seguía aquí.

Te amo abueli. Espero tener mi mente siempre buena para no olvidarte jamás. 

Descansa en paz, abuelita.


Tuesday, June 6, 2023

A last psalm

 Oh, bench! My beautiful and beloved bench!

Has presenciado cientos de historias; inicios, finales, siempre has estado allí. 
La historia es siempre la misma, los protagonistas no. 

Tu sabiduría yace en cada marca, en cada desgaste, en cada mancha. 
¡Oh, querida banca! Si tan solo hubieses podido contarles a los actores como seguirían sus historias, cuántas flores habrían evitado su caída. 

Últimamente, los días han sido duros contigo, puedo verlo. 
Las estaciones no han sido tus mejores aliadas, ni la solitaria estadía actual pudo apaciguar el paso del tiempo.

El rojo era tu color, pero al igual que el otoño, tus hojas se han desgastado y marchitado. 
Las marcas siguen ahí, aún puedo verlas. Ese sutil cariño permanece; el aroma no cambia; la nostalgia sublime de ese "hola"; ese silencioso adiós aún deteriora tu borde. 

¡Oh, banca, querida banca! Si tan solo el tiempo pudiera contarte todas las historias. 
Si tan solo pudieras saber la verdad. No, no puedo abrir mi boca y decir todas las palabras que han sido pronunciadas fuera de tus límites. 

¿Cómo han podido ocurrir semejantes situaciones, oh mi querida banca?
¿Serías tú quien me iba a devolver la paz y la sombra que han dejado de mostrarse?
¿Serías tú quien me ayudaría a recordar la promesa que una vez se hizo en tu presencia?
¡Oh, preciado árbol! ¿Me cubrirías nuevamente con tu frondoso manto de calidez?

Si tan solo supieras lo que fue ese segundo en el que no hubo dudas; en el que no hubo malicia, solo paz e inocencia. Si tan solo supieras.

¿Dónde estás, deseo? ¿Dónde estás, amor? ¿Dónde se han ido las esperanzas que una vez se anidaron y que vieron nacer lo impensable?

Deseo volver, pero me aterra el pensamiento de no recordar cada segundo vivido, cada expresión. Me acobardo ante la idea de que su nombre ya no esté escrito entre tus marcas y que mis manos hayan olvidado el sentimiento de ese tablón. 
La he dejado ir; logré que el tiempo cicatrizara mis dudas, pero mi corazón sigue perteneciendo. 

¡Oh, sutiles e imperceptibles notas! ¡Oh, tiernos pajaritos! ¿Cuándo volverán a bendecir con aquella bella y celestial melodía los pensamientos y anhelos de tus más fieles oyentes?

Si tan solo el tiempo hubiese permanecido detenido como en aquel instante, hoy los colores serían otros. 

Algún día volveré a verte y te contaré la verdad... solo espero que mi testigo pueda confirmar mi versión. 


Tuesday, June 1, 2021

Footsteps

- Jared, finalmente, la guerra fría ha cesado. Las batallas fueron duras y con muchas bajas, pero valió cada golpe. Las heridas parecen haber cicatrizado y sin haber derramado tanta sangre. 

Durante la noche se reunieron los generales para acordar términos. Los bandos desaparecieron y la victoria ha sido concedida. Después de todos estos años, al fin podré reencontrarme con mi santuario; sentarme junto a estas marcas, mirar al pasado y descubrir como estos sueños se tornaron en cicatrices... y sanar.

- Hablas como si no tuvieras mas porqué luchar. Sólo nos estamos reencontrando con nuestras antiguas huellas que nos llevan a casa. ¡Somos libres, Jared! ¡al fin!... somos libres.

- Lo sé... y esta vez, estoy listo.


En ese momento, Jared abrió sus ojos y sintió ese alivio. Respiró profundo, tomó su viejo bastón, sus llaves y caminó hacia donde sus pies le llevaran. Luego de una hora, miró hacia adelante, sonrió y dijo:

- Al fin he llegado agregó mirando a su alrededor Todos parecen haber olvidado lo sucedido. Nadie recuerda aquella vieja canción y, sobre todo, nadie parece haberte apreciado lo suficiente, pero tú, mi vieja y desgastada amiga... tú sigues siendo la misma.

La paz del lugar lo envolvió. Cerró sus ojos como si fuera su última acción, pero tras unos breves instantes, escucha unas suaves pisadas. El lugar se hunde en un completo silencio, como si la naturaleza supiera de antemano lo que estaba por ocurrir. El viento empieza a soplar y las pocas hojas que quedaban en aquel árbol empezaron a caer, como un presagio y recordatorio de vidas pasadas. Las pisadas se detienen y una delicada voz anuncia: 

- Sabía que estarías aquí.

Jared abrió suavemente sus ojos. No había apuro; ese tono irónico era tan familiar como el clima del lugar. Levantó la mirada, miró fijamente y añadió con la misma ironía:

- ¿Acaso hay otro lugar?

Al responder, miró simbólicamente al árbol y esbozando una leve y temblorosa sonrisa, susurró: 

- Gracias por la bienvenida. 

Wednesday, March 31, 2021

Preludio

Detrás de aquel desgastado árbol, cuyas ramas se debilitan con el correr de los años, está mi debilidad: un lugar distinto, un lugar simple, un lugar eterno.

Los otoños han inundado de recuerdos sus ya opacos colores. 

A menudo me acerco, inconscientemente, sin pensar en verlo realmente. A veces deseo acercarme, pero la vívida nostalgia desea dejar todo tal y como está; sin variaciones ni desgastes.

¿Cuándo volverá el tiempo atrás para señalarme el camino? ¿Cuándo las hojas dejarán de pavimentar su superficie?

Hoy inicia mi cautiverio en libertad. Tras salir de un círculo, inevitablemente se entra en otro. La libertad es limitada y dependiente. No se queja, pero demanda. 

Mis manos no logran llegar mas allá de lo que desean conocer. Son esclavas de sí mismas y no anhelan sostener más las lágrimas que caen desde las malgastadas ramas.

Ha caído la última hoja del otoño y ese fino sonido parece haber me avisado que algo sigue vivo.

Wednesday, September 2, 2020

La última flor del jardín

A mi querida tía

Con no muchos tíos tuve la oportunidad de compartir a lo largo de mi niñez. De parte de mi abuela, venían de vez en cuando, en especial para algunos cumpleaños o festividades. De parte de mi tata, igual.
Cuando fui creciendo, fui conociendo a más personas, que poco a poco, iban cambiando de residencia o tomaban caminos a los que difícilmente podíamos acceder.

Una de esas personas era mi tía, a quien llamaré Meli.

Cuando la conocí ya tenía sus años. Desde que tengo memoria de ella, siempre fue igual; nunca cambió. Usaba su pelito corto. La iban a buscar en las mañanas y en las tardes la iban a dejar. Por mucho tiempo su hogar fue una incógnita para mí, hasta que un día acompañé a mi papá y a mi tata a buscarla un domingo, después de la iglesia. Ella, hace un tiempo, se había mudado a un asilo. Vivía sola, pero había personas que la acompañaban y le ayudaban en sus necesidades. Mi tía tenía, entre otras cosas, problemas en una de sus piernas. Una era más corta que la otra, por ende, cojeaba. Usaba muleta y un zapato con un enorme taco. Le costaba caminar y no podía seguirnos el paso si salíamos con ella, aunque fuera al patio de la casa.


Recuerdo claramente algunas ocasiones, cuando llegaba de visita. Era una persona dulce con nosotros, al menos conmigo siempre lo fué. —En la familia de mi papá, mi mamá no fue muy bien recibida en un inicio (a consecuencia, yo tampoco), pero de mi tía tengo una buena impresión. No recuerdo que me haya tratado mal o que haya dicho algo feo de mi mamá—. 

 

Algunas veces, cuando llegaba, nos traía unos pequeños engañitos, cómo chocolates o dulces; básicamente, de la forma con la que puedes comprarte a un niño. Mi tía no era de grandes recursos, por ende, sus regalitos no eran caros ni nada por el estilo, lo cual, viéndolo ahora, a mi edad, fue un muy lindo gesto de su parte.

Algunas veces, cuando nos iba a visitar, tomaba sus siestas en el sillón, dejando su muleta a un costado, cerca del brazo del sillón, para, cuando despertara, pudiera tomarlo de inmediato.

No podría decir que fui un niño muy cercano a mi tía, pero si sentía un gran aprecio y cariño por ella.

Cuando crecí, si bien sabía de su existencia, la olvidé por completo. Tocaba mi corazón ese sentimiento, pero aprendí a anestesiarlo.

Cuando iba a jugar fútbol con mis amigos, tomaba la calle que daba justo a su asilo. Al principio miraba el lugar y me preguntaba "¿Cómo estará mi tía?", Pero luego de eso, continuaba con mi vida, sin volver a pensar en ella.

Con los años, ella conoció a los misioneros, quienes le enseñaron del Libro de Mormón y, consecuentemente, se unió a la iglesia por medio del bautismo. En ese momento volví a pensar en ella y me alegré por la decisión que había tomado. En ese entonces, ya estaba más entrada en años. La ví un par de veces más porque iba a la iglesia con nosotros, pero después de un tiempo, dejó de hacerlo.

Seguía con visitas de parte de miembros de la iglesia su casa, pero debía tener cuidado, ya que el asilo era un recinto perteneciente a otra religión.

Esta fue su vida durante muchos años: vivir sola en un hogar. Debió tener amigos, los cuales, con el tiempo, dormían.. pero llegaban otros a ocupar sus habitaciones, con otros carácteres, con otros peinados y con otra ropa. Quizás congeniaba con ellos, quizás no.

En 20 años, podría asegurar que no tuvo visitas regulares de su familia, en dónde me incluyo. No formó familia ni dejó hijos. 

 

Volvieron a pasar los años y conocí a la mujer con quién me casé. Cuando iba a visitarla o la iba a dejar a su casa, en ocasiones, volvía a tomar la calle que daba al asilo de mi tía. Se lo mencioné un par de veces a mi nueva compañera. Siempre que pasaba por ahí, era casi un ritual mirar su ya viejo hogar.

Cuando me casé, volví a pasar muchas veces por ese mismo lugar, y como un hombre más maduro me dije: "espero darme el tiempo un día para venir a verla, tía". Hice tantas veces la misma promesa que a veces realmente me lo creía. Las oportunidades se dieron, pero siempre opté por tomar otro camino. Finalmente, no conoció a mi esposa ni pudo acompañarme en mi matrimonio. Sabía de su existencia, pero nuevamente la olvidé.

Ayer, 8 de julio del 2020, en una conversación con mi mamá, me preguntó:
- "¿Recuerdas a tu tía Meli?"
- Sí, respondí. Falleció, ¿cierto?
- "Sí. Ya venía con dificultades respiratorias, pero se contagió de COVID-19 y falleció ayer"

Convivió con la muerte tocando la puerta de sus vecinos hasta que, a causa de la enfermedad de moda de este año, la cual la pilló solitaria, la atrapó de tal forma que, finalmente, se la llevó.


Hoy, a dos días de su partida, la recuerdo; pienso en ella en esta helada y oscura noche de invierno y la lloro, porque la culpa llena mi corazón y me aflige su recuerdo; porque sé que tuve el tiempo y las oportunidades para visitarla y no lo hice. Después de tantos años, no me vio convertido en un adulto, no conoció a mi esposa y mucho menos, conoció a mi hija. Imagino que sus últimos recuerdos de mí, debido a su propia vejez, fueron cuando aún era un escolar.

No era tan cercano a ella, pero viendo su vida, me duele hasta el mismo centro saber que tuvo que pasar todo esto sola y sin familiares que pudiéramos acompañarla en sus últimos respiros.

Espero que, después de tanto tiempo, tus hermanos te reciban con una mayor calidez y con más cariño del que en estos últimos 20 años, nosotros, tu familia, pudimos ofrecerte.


Siempre he sabido de tu existencia... pero hoy, te extraño.

 


Hasta pronto tía. 

Thursday, May 24, 2018

Sweet Magic

La noche cae, las nubes adornan tiernamente el cielo y el viento me acaricia con una suave voz de calma. El escenario es perfecto. Esas flores, esa dulce esencia que logra abrazarme y abandonar de mí el frío de la noche. Observo detenidamente esa pequeña luz en la lejanía que me guiña y me habla con un disimulado silencio que me convence apreciar una vez mas. Me dirijo hacia ese espacioso y acomodado campo. Me recuesto sobre el húmedo césped, y miro fijamente las estrellas. ¡Qué belleza y qué recuerdos me traen esa diminutas lucecitas!.

De un momento a otro, mi mente se duerme y se transporta. Abro los ojos y el lugar me es familiar, algo así como un deja vú. Miro a mi lado, y ahí estás tú, tan bella como siempre. Con los ojos cerrados y una ternura inextinguible. Todo un ángel. Te observo como apreciando un milagro. ¡Qué dulce es la vida cuando canta así!.

Luego de unos momentos, noto agitada mi respiración. Volteo y mi ángel sigue a mi lado, pero sus ojos han despertado. Me contemplan y mis latidos aumentan con cada segundo que pasa.

Me levantas y me abrazas fuertemente. Me miras a los ojos y delicadamente me dices al oído: "jamás olvidarás estos momentos de magia, cuando compartimos el alma a flor de piel". Mi vellos se erizan, pero mi corazón se canta de alegría.

Después de unos minutos, el cielo se obscurece nuevamente, la estrella mimada me vuelve a sonreír y como por arte de magia, al abrir mis ojos me encuentro en mi cuarto. Luego, miro al costado y me doy cuenta de que no había sido sólo un sueño. Mi ángel estaba ahí. Eras tú. Siempre fuiste tú. 

Tesoros en la arena

La arena: diminutos fragmentos de historias que inundan y cubren la tierra.

Cada fragmento tiene tatuada una historia, y cada historia tiene un millón de fragmentos y puntos de vista.

Recógelos y cuando hayas encontrado suficientes, ordénalos, presta atención y lee lo que se presenta ante tus ojos. Si es sobre ti ¡qué historia!, pero si tú mismo la escribiste, la épica no perderá su misterio.

Tuesday, December 8, 2015

Scences from my memory: Scene VII

El tiempo ha pasado muy rápido. Exactamente, hoy y dentro de un mes, vamos a contraer matrimonio, para luego unirnos -literalmente- para siempre.
Creo que, dentro de los últimos dos días he sentido un poco mas los nervios al respecto. Cada vez tengo mas ansias de que llegue ese día.
He visto tus momentos mas tiernos y dulces, como también los no tan agradables. Hemos tenido nuestros momentos y nuestras reconciliaciones.

En realidad, no tengo muchas palabras para decir que quiero que este tiempo llegue pronto.

Te amo!

Saturday, April 11, 2015

More than a Sunset

Hace algunos días, me hallaba absorto en mis pensamientos y recuerdos. Pensaba en mis últimos días, esperando encontrar un dulce momento para elevar mi frágil ánimo, que en ese entonces se encontraba perdido. En ese instante de reflexión y casi como una respuesta, vino a mi mente un agradable recuerdo, el cual abrió mi mente a tal punto de ver con tanta claridad lo que allí ocurría, que casi podía palpar lo que presenciaba. Era increíble.

Fue un día sábado, lo recuerdo perfectamente. Había cerrado mis ojos por unos breves minutos, tal y como en el momento en que te conocí. Estaba ansioso por verte y poder conocer mas a tus seres queridos; mas los nervios me invadían como en ningún otro momento lo hicieron.


-Poco a poco, la alegría iba invadiendo mi interior hasta llegar al mediodía-


Recuerdo cuando horas mas tarde del arribo, fuimos a tomar un poco de sol, disfrutar de la brisa y del mar. El agua estaba helada, pero a momentos parecía volverse mas agradable. Poco a poco nos fuimos adentrando y desde una pequeña distancia pude verte disfrutar como una tierna niña con suma inocencia, entonces deseé que el tiempo se detuviera en ese mismo instante. Verte ahí, jugar, reír y disfrutar con tu familia era una postal increíble que aun ahora sigue grabada en mi mente, y de la cual agradezco haber sido parte.


Mientras esta emocionante escena pasaba a través de mis ojos, tiernos sentimientos se anidaban en mi corazón, estremeciendo algo dentro de mi. Sin poder evitarlo, una diminuta gota comenzó su recorrido, acariciándome en señal de alivio. En tanto esto sucedía, los mismos pensamientos que vinieron a mi mente y a mi corazón y que se anidaron aquel día, volvieron a hacer acto de presencia. Se mostraron con tan simple claridad. Esos sentimientos profundos que solo aparecen cuando los dejas brillar iniciaron su velada. Estaba perplejo. Emocionado. ¡Cuán vívido fue! 


Luego, recuerdo que salimos a recorrer un poco la ciudad. Tomados de la mano vislumbramos un bello paisaje. La noche estaba siendo iluminada no solo por las estrellas del firmamento, tu dulzura irradiaba aun mas, al menos desde mi perspectiva, y lo sigue haciendo hoy. Pasados los minutos prometidos, llegaba la hora de regresar, y así lo hicimos. Aquella noche comenzaba a tomar un sabor mas dulce. Algo sucedía y yo sabía lo que era. Esos nervios inocentes, esas sonrisas involuntarias volvieron a saludar. -De solo recordarlo mis margaritas renacen felices- Al llegar el momento de despedirnos algo cálido estaba palpitando, pero lo culminante aun no llegaba. Tuvieron que pasar un par de minutos mas. Las pocas estrellas que podía distinguir desde mi ventana titilaban, casi como entregando un mensaje, lo cual era correcto. Casi inmediatamente lo recibí desde la habitación contigua. Tan sencillas palabras hilaron la mas bella frase con la cual se podía terminar un perfecto día. "Hasta hoy atesoro esas palabras como las mas hermosas de la lengua humana"


Al día siguiente, esa alegre rosa floreció, restaurando su belleza. Volver a sentir la calidez de tus manos y la ternura de tus brazos confortó mi alma, y fue suficiente para iluminar este día.


Cuán hermosos recuerdos se anidan aquí dentro, que es imposible recaer. Gracias por ellos, y por seguir agregando mas historias y postales.



"te quiero [amor] Buenas noches!"

Monday, April 6, 2015

Scenes from my memory: Scene VI

A veces, no sabemos donde nos encontramos, mas sin querer, alguien nos ayuda a saber cual es nuestra ubicación.

A veces, después de habernos encontrado, alguien nos indica un mejor camino el cual podemos aprender a conocer y recorrer libremente.

Después de haber hecho caso a ese sensible consejo y entrar en ese camino, las sonrisas comienzan a fluir, las palabras comienzan a pronunciarse y descubrimos que a nuestras manos podemos darle un uso mas delicado.

A veces, las noches se vuelven ansiadas para poder oírle, leer sus mensajes, o simplemente porque llega el momento de volver a soñar con ella.

Día a día, su voz se vuelve mas dulce. Día a día, sus palabras son mas valiosas. Día a día, sus caricias se convierten en mis mas estimados y sagrados tesoros.

¡Cuán agradecido estoy de haber seguido ese sabio consejo y poder transitar en este hermoso camino!

¡Cuán agradecido estoy de haberte encontrado!

Monday, March 9, 2015

Una Sonrisa y un Te quiero

Se que no verás esto, y no es una prioridad mía de que así lo sea, pero quería que supieras algunas cosas.

Como es sabido, te conozco hace ya mucho tiempo, es mas, desde el momento en que naciste. Al principio fue agradable, incluso recibí algunos presentes, pero con el paso del tiempo, la convivencia sanamente se fue tornando un poco menos llevadera. Las peleas y discusiones estaban a la orden del día. Los horarios estaban casi fijados para que el momento del "fue ella" o "fue él" ocurrieran.

Los años fueron pasando y el mal genio de ambos, en ocasiones, parecía crecer con nosotros. El espacio comenzó a ser un tema importante para nosotros. "Esto es mío", "¿por qué lo tomaste sin mi permiso?", y un sin fin de preguntas fueron formulándose sin recibir la respuesta correcta en el momento indicado. Lenta -y debo decir-, muy lentamente esto fue menguando, pero aun no logra ser parte de un mero recuerdo. Algunas preguntas hoy en día tienen tanta vigencia como la tuvieron aquellos.

Nunca sentí algún tipo de recelo hacía ti, y creí que tampoco tendría una demostración muy grande de afecto, pero los momentos claves no tardaron en aparecer. Cierto día en que la tierra "bailó" por unos segundos, tuve el sentimiento que no solo ella se había sacudido. Algo extraño sucedió y te extrañé.
Desde entonces, ese sentimiento no cesó, mas bien, no ha parado de crecer.

El reloj siguió corriendo, nosotros fuimos creciendo y todo fue cambiando. Las peleas y discusiones, e incluso los horarios cambiaron, o en su máxima expresión, se detuvieron.. pero tarde o temprano afloran nuevas oportunidades. 

Durante todo este tiempo que ha pasado, jamás he esperado ser un ejemplo para ti, especialmente por todos los errores que he cometido, los cuales realmente espero que no sigas ni te animes a probar, y si de mi depende, te ayudaré a ser sabia y optar por el camino que ya sabes que debes tomar.
Después de mi estadía fuera del hogar, todo volvió a cambiar para nosotros. Nuestra relación fue madurando, se fue uniendo y fue desarrollando algo especial. Creo que después de todo, no era yo el que iba a estar enseñando al otro a como ser mejor. Estoy seguro que he aprendido mas yo de ti que tu de mi. Tu ánimo y tu espíritu siguen impresionándome. Hoy lo hicieron. No se como lo hiciste, ni porqué decidiste enseñarme lo que me enseñaste hoy, pero volviste a sacudir algo en mi interior. Tu sincera preocupación sigue siendo una tierna motivación para mi. Eres una de las mejores personas de las que tengo oportunidad de poder tener en mi vida.

Te amo.

Wednesday, March 4, 2015

Scenes from my memory: Scene VI

En esta semana que acaba de finalizar he visto Su mano. Dicen que "la paciencia es una virtud". Agradezco tales momentos en que fue probada, y aun mas, el ansiado y favorable resultado.

"No todos los ángeles provienen del otro lado del velo", ha sido dicho, lo cual es cierto, pues feliz estoy de poder salir y regalonear con uno de los mas hermosos.

Recientemente he podido disfrutar de su calidez, de su exquisita ternura y de su incomparable cariño. Ese sentimiento que viene al poder verle y estar a su lado es increíble. Anhelo poder estar con ese ángel nuevamente.

Las bendiciones y las respuestas llegan en el momento preciso, en el lugar correcto y a Su debido tiempo. Considero que éstas llegaron en el mejor tiempo.. Su tiempo.

Ahora, he podido disfrutar de todo esto. He podido ver como sus ojos me llevan a un mundo infinito, y espero poder ser parte de él. He recibido las mas suaves caricias de parte de sus manos. ¡Como las extraño!

Su inocencia, su ternura, sus abrazos. Anhelo volver a verle.


Gracias por ser mi amada y mas linda bendición.

Sunday, February 22, 2015

The most beautiful Trip

Un día como hoy y casi a esta misma hora, conocí a una persona muy especial. No era el momento que esperaba hacerlo ni de la forma que deseaba, solo "apareciste justamente cuando estaba listo para quererte".

El viaje había iniciado. Fue una larga espera para entrelazar palabras, pero la ocasión llegó. Fue una conversación normal, sin nada especial, pero agradable.
Finalmente, terminó siendo una larga noche, donde casi no logré que mis ojos se abrazaran. Hoy esto es parte de un lindo sueño.

Reanudar nuestra conversación nuevamente tomó su tiempo, pero llegó. Mas tarde, nuestra comunicación fue diferente, ya nuestras palabras no fueron tan necesarias. Nuestras palmas tomaron el control.
El resto del viaje ya es conocido y es parte de un inolvidable y hermoso recuerdo.

Lindos momentos y otros de aprendizaje; risas, caricias y tiernas miradas son parte de ésta, nuestra dulce historia.


Gracias por ser parte de ella y por seguir componiendo conmigo esta bella canción.


te amo!

"Estoy feliz de haber ido al viaje [...] y haberte conocido allí"

Saturday, February 7, 2015

Scenes from my memory: Scene V

Estaba sentado en un lugar público y muy frecuentado en ese momento. Mis manos comenzaron a coquetear con el lápiz y terminaron en unas bellas palabras que definieron todo. 
Horas antes rogaba por saber que debía hacer para ayudarle. Transcurrida un poco mas de una hora, recibí una llamada inesperada, la que me enseñó que yo también soy humano y necesitaba de aliento. No puedo describir lo que sentí en ese preciso momento, solo mis lágrimas pudieron comprenderlo. 
Esa poderosa contestación fue suficiente. No fue casualidad.

Mas tarde, esas bellas palabras cobraron vida al oír tu voz. Casi pude palparlas.
Mis manos no mintieron ni exageraron los que sintieron. Quedaron grabadas profundamente y no solo en el papel.

"Simplemente te quiero." 

Wednesday, February 4, 2015

Scenes from my memory: Scene IV

¿Cómo decirlo?
¿Cómo gritarlo sin que nadie mas que tú lo oiga y llegue claro a tus oídos?
¿Cómo demostrarte lo que tengo dentro y que creas en cada una de mis palabras? Aunque debo confesarlo, no tengo palabras lo suficientemente grandes que puedan expresar de forma fiel lo que siento.

Mírame esta noche, como siempre lo has hecho. Hazlo una vez mas y leerás mas que mis pensamientos.

Vuelve a deslizar tus cálidas manos sobre mis mejillas y verás como mi sonrisa tímidamente vuelve a florecer.

Recuesta tu cabeza sobre mi hombro, tan cerca de mi pecho como te sea posible y escucharás el alegre canto de mi alma. 

Tus ojos son la tierna melodía que alegra mis pasos. Tus caricias, un nuevo mundo. Tus besos, el cielo. Tú...

Wednesday, January 21, 2015

"Hay amistades hechas de risas o dolores compartidos;
otras de horas de escuela;
otras de juegos de juventud, salidas, cines o diversiones;
otras de un momento clave vivido en coincidencia...;
y luego están aquellas que nacen sin saber por qué..."

El Principito


- Ésta última, ¡me encanta! Y más me gusta porque conozco la historia.