Thursday, July 6, 2023

Vela silenciosa

Fuiste entregada y el momento de cumplir tu último deseo llegó. Nos reunimos como familia y partimos a tu nuevo y eterno lugar de descanso.

Pensé que algunas emociones y sentimientos se habían calmado, pero fue solo una impresión. El saber que debía reabrir esa ya vieja herida me hizo revivir momentos que no quería. Ese peso, aunque más ligero, apareció con un nuevo rostro.

Nuevamente, el silencio se apoderó de mis labios y la frialdad de mis ojos. Nada salió de ellos, aunque por dentro yacía un inmenso y poco apacible mar. 

Ese jardín descuidado me llevó a muchos lugares, pero no logró encontrarme contigo. Las flores mostraban su agradecimiento al sol por mirarlas, pero no eran para ti. Tu nueva morada se preparaba para ser completada con tu presencia y nunca más ser abierta hasta el día en que seas llamada y tu mano tomada para ser alzarte y ver, con nuevos ojos, el azul del cielo. 

Mi mente divagaba y las hojas caídas me remontaban a épocas pasadas, donde mi mayor preocupación era dónde se podría hallar mi juguete preferido. Mi mente me llevó a recordar viajes, paseos y lugares que una vez visitamos juntos. Mi interior sufría en silencio la inexorable angustia del vacío mortal, mientras que mis expresiones externas intentaban reflejar una inigualable paz para no llamar la atención de la gente a mi alrededor. 

Mas adelante, la irónica celebración estaba a las puertas. La torta estaba lista, más la protagonista se hallaba ausente. La vela fue seleccionada y puesta con la más minuciosa caricia posible. La conmemoración era sagrada. 

La única vela fue encendida para, silenciosamente, meditar y recordarte. Agachamos nuestras cabezas por unos segundos dubitativos y, luego de mirarnos todos, se apagó la vela. 

Ese breve silencio marcó un instante en todo este proceso. Creí haber leído este capítulo y haber pasado a la hoja siguiente, pero creo que aún no he podido dejar de leer las últimas líneas. Tan sólo son unas pocas palabras más, pero no se logran distinguir esas borrosas letras. 

Sigues en mi mente. Espero poder recordarte con la misma paz que logré disimular aquel día.


Feliz cumpleaños. A menudo te recuerdo y te extraño.